Ante-sala para Swezzy
Siempre es bueno antes de adentrarnos a leer a un autor de la
corriente marxista, volver a releer los conceptos más básicos de Marx, algo que
hice antes de coger el manual de Swezzy. Por ello, comparto una pequeña y
humilde síntesis de una pequeña parte del pensamiento marxista que he elaborado
utilizando el libro “Historia de las ideas políticas” de Jean Touchard:
Procreación del hombre
y sociedad mediante el trabajo
Para Marx, el hombre es un
complejo de necesidades que se satisfacen mediante el trabajo productivo.
El gesto mediador entre el hombre y la naturaleza es el trabajo:
Inmediato (recolección de frutos) o elaborado o fabricados, formando su
inteligencia (producto) o Elaborando instrumentos (medios de producción) de la
naturaleza que servirán de mediación entre naturaleza y hombre.
Segunda relación hombre-hombre. De sociedades más naturales pasamos a más
complejas con relaciones de intercambio, bienes comunes, etc. El trabajo
productivo del hombre se integra en el proceso no solo en un acto entre hombre
y naturaleza sino que desempeña una función de mediación social. Para
que el valor del producto, tenga relación con el acto productivo del hombre, este
debería de representar valor del acto de trabajo.
En el capitalismo el hombre es despojado de sus medios de
producción por un apropiador que se reserva el producto. El valor de este,
los medios de producción y la misma naturaleza son separados de él, por lo que
la sociedad que consume sus productos se vuelve extraña. El trabajador no tiene
más que la fuerza de trabajo para ofrecer y este deja de ser una mediación
entre los hombres convirtiéndose en fuente de división (clases).
Materialismo histórico:
Esta lógica dialéctica
define a la historia en la relación entre hombre-naturaleza (procreación del
hombre por el trabajo) y el hombre con los otros hombres (mediaciones que de
éste derivan). Entonces las fuerzas productivas son los hechos
históricos básicos que constituyen el fundamento de la historia, la
historia incorpora así todo lo que deriva de estas. Rechazando así toda lectura
teórica, religiosa o filosófica de la historia (Critica a Hegel por ello, que pretende reducir todo lo real a
objetivaciones sucesivas del Espíritu o a otras corrientes que entienden la
historia como batalla de ideas). Entonces el comienzo de la historia se
encuentra en el primer acto de producción de objetos por el hombre para la satisfacción
de sus necesidades. Las fuerzas productivas determinan así las relaciones
sociales (Ej: propiedad privada), dando lugar a otras necesidades, nuevos
instrumentos, intercambio… Diferentes
modos de producción a lo largo de la historia.
Se entiende que no es la
conciencia la que determina la acción y el hecho histórico, sino que:
Las fuerzas productivas, la
acción concreta con el mundo y las relaciones y mediaciones sociales cada vez más
complejas edificadas por estas, modos de
producción, formas de extraer los recursos (INFRAESTRUCTURA) la que determina y condiciona las formas de la conciencia,
como las Instituciones, las morales, las ideologías a las que denomina (SUPERESTRUCTURA).
*Sin embargo la conciencia es un elemento activo y necesario para que las revoluciones se realicen
pero solo bajo las condiciones de
existencia de una “contradicción entre un extraordinario desarrollo de las
fuerzas productivas y las relaciones edificadas sobre estas”. Bajo estas
condiciones surge la conciencia revolucionaria pues la conciencia está
determinada a la experiencia y a la realidad, por ello la humanidad se propone
únicamente objetivos cuando se están gestando las condiciones materiales para
su realización. Por lo tanto, la conciencia puede reaccionar sobre la
infraestructura pero solo dentro de condicionamientos creados por esta.
Por otro lado la conciencia puede
fabricar valores sin relación con la experiencia y no orientada hacia la acción
concreta, creando valores absolutos, pero se separa de la tarea ética de
identificar las condiciones materiales para la tarea ética del hombre,
entendida como la liberación de la alienación económica para realizarse.
La alienación
económica:
Como hemos visto el hombre se
realiza y se objetiva en la relación con la naturaleza y su producto mediante
el trabajo. Pero cuando el trabajador vende en el mercado su fuerza de trabajo,
el producto ya no le pertenece y toma una existencia independiente de él y el
hombre es convertido en cosa. Estas nuevas relaciones modifican al hombre y su
conciencia que estará forjada por
ilusiones, cultura, religiones, ideas morales alejadas de la realidad, es decir
se aliena.
La lucha de clases. Burguesía y Proletariado
La burguesía es la primera que se
forma como clase revolucionaria (conciencia de clase) frente al mundo antiguo y
las antiguas relaciones sociales, desbloqueando los límites de la fuerza
productiva del hombre y el comercio, por lo tanto tiene una vocación universal.
Sin embargo este desarrollo de
las fuerzas productivas acarrea contradicciones entre estas y las relaciones de
producción de ellas nacidas, pues la propiedad privada es para los propietarios
y rechazada para las enormes masas manipuladas. Estas contradicciones hacen que
la burguesía sea arrastrada a crisis cada vez más extensas y más violentas. En
palabras de Marx: “La burguesía no ha forjado solamente las armas que deben
darle muerte; ha producido también los hombres que empuñarán esas armas: los
proletarios”.
La burguesía crea las condiciones, (es decir el estado de las
fuerzas productivas de la economía capitalista y las relaciones de producción
que la expresan y el retroceso de todas las limitaciones que frenaban a estas) que
permitirán el nacimiento de la clase proletaria que tomará conciencia de sí
mismo como clase, adaptada a la situación concreta del mundo y solo tras esta
toma de conciencia (de clase) donde desempeñará un papel revolucionario, la
lucha política propia.
En el capitalismo, son la clase
dominada, su trabajo se deshumaniza, el trabajador se convierte en accesorio de
la máquina, se convierte en algo abstracto e intercambiable, en un instrumento
de trabajo desapareciendo toda personalidad y así las masas obreras no
constituyen verdaderas sociedades. El proletariado, no tiene propiedad, ni
leyes, ni moral, ni religión, ni patria pues todo es acaparado por la
burguesía, de la inmensidad de esa miseria se constituye la universalidad del proletariado y le
confiere su misión revolucionaria como algo inevitable.
La apropiación privada de los
Medios de Producción implica división del trabajo donde los dueños acaparan los
medios y las funciones de mando de las que los no propietarios están excluidos,
naciendo así las clases sociales.
Para Marx “La
historia de todas las sociedades es la historia de la lucha de clases”