viernes, 31 de enero de 2014

BALANCE DE LA ASIGNATURA ¿Qué hemos aprendido?


La pregunta que me hago cuando pienso en hacer un balance de la experiencia en esta asignatura, me respondo en que precisamente la recordaré porque ha sido una EXPERIENCIA y no solo una asignatura como la entendíamos en sentido clásico.

Seguramente, olvidaremos muchas de las cosas que hemos aprendido en alguna de las otras asignaturas, donde nos pueden haber atiborrado con teoría que luego teníamos que devolver en el tan temido papel blanco de un examen en busca de una nota que reflejara el esfuerzo realizado por absorber dicha teoría.
Sin embargo difícilmente podremos olvidar lo aprendido, o mejor vivido, en esta asignatura, porque podemos olvidar lo que han construido otros, pero difícilmente podremos olvidar lo que hemos construido nosotros mismos.

En esta asignatura el examen ha sido el camino, un camino por el cual íbamos construyendo conocimiento de forma activa y participativa. Participación que tuvo como máximo apogeo el trabajo grupal.

En el caso de mi grupo a pesar de ser 6 compañer@s, hemos conseguido escucharnos, organizarnos, adaptarnos y colaborar. Todos y cada uno de nosotros aportamos un valor añadido al trabajo de grupo cuyo resultado hubiera sido imposible por separado. Hemos descubierto más que nunca las posibilidades del grupo. Por eso he de aprovechar para dar las gracias a mis compañeros Ángela, Cristina, Javier, Manuel y Valeria por dar lo mejor de cada uno para el bien del grupo.

¿Qué hubiera pasado si no hubiera estado en esta asignatura?

Pues lo primero que se me viene a la cabeza es que lógicamente reproduciríamos el paradigma oficial de la educación sin reconocer el valor de la innovación pedagógica.  Pues, además del contenido creado por nosotros mismos hemos aprendido un MÉTODO.

Un método al que no estamos acostumbrados. En el comienzo, la INCERTIDUMBRE sobre el mismo estaba presente en  casi todos nosotros. Una incertidumbre que estaba motivada por la fuerza que la RUTINA tenía en nosotros. La rutina de un método “oficial” que se había reproducido desde nuestra etapa infantil hasta nuestra etapa universitaria, o al menos así había sido en mi caso. Una rutina que surgía un efecto de CONVICCIÓN de que si ese era el método utilizado por todos y durante todos estos años es que era el mejor. Sin embargo, esta actitud impide la búsqueda de la mejora en el mismo y nos impide salir de lo que se puede denominar nuestro “circulo de seguridad”. Salir de este para atrevernos a vivir nuestro propio APRENDIZAJE y construir nuestro propio CONOCIMIENTO.


Hemos aprendido un MÉTODO. Un método que convierte la incertidumbre en POSIBILIDAD, la rutina en DINAMISMO, el miedo en VALOR para entrar en el camino del APRENDIZAJE y elaborar con la fuerza del grupo nuestro propio CONOCIMIENTO.

miércoles, 22 de enero de 2014

¿POR QUÉ ESTOY MALDECIDO, POR EL LUGAR DONDE HE NACIDO?

Música y realidad social (2)

Uno de los días que había quedado con mi grupo para realizar nuestro trabajo sobre la INMIGRACIÓN, mientras me preparaba para salir a casa, se me vino a la cabeza una muy buena canción de un pedazo de artista que descubrí hace muy poco.

Y la recordé porque precisamente la canción muestra la desesperación de una persona que, como expusimos en nuestro trabajo de grupo, emprende el viaje, no solo como proyecto individual, sino también persiguiendo la subsistencia de su propia familia. Plasma la desesperación por el círculo vicioso que se crea entre el trabajo y el propio permiso y como la burocracia y las restricciones se suman a la desesperación de estar perdiendo a familiares por las difíciles condiciones de subsistencia en la que se encuentran.

El artista es un cantante y compositor británico que se llama Charlie Winston y la canción se llama “In your hands”: Letra - Traducida (debajo del vídeo)


Madre, tengo que salir de aquí, para salvar así a nuestra familia, de esta pobreza extrema. Y cuando consiga ganar dinero, te lo haré llegar a ti.

Madre, tengo que salir de aquí, para salvar así  a nuestra familia, de esta extrema pobreza. Y cuando consiga ganar dinero, te lo haré llegar a ti.

Padre, te ruego que me des fuerza. Tengo que poner fin a esta miseria, que está causando tanto dolor. Buscaré en  tierras de riqueza, dónde hacer dinero.

Pondré mi mundo en sus manos. Tengo que poner todo mi mundo en sus manos, en sus manos.

Señor, deje que trabaje en algo. Llevo esperando 18 meses y todavía no puedo por no tener permiso de trabajo.

Y cada vez que me promete: "No tardará mucho más", vuelvo a poner mi mundo en sus manos. Tiene mi mundo en sus manos, en sus manos.

Escúcheme señor, escúcheme. Dice que lo está intentando, pero ¿No entiende que mientras tanto mi hermano se está muriendo? Dice: "No será dentro de mucho". Pero no entiendo ¿por qué estoy maldecido, por el lugar donde he nacido?


Tiene todo mi mundo en sus manos, porque tuve que poner mi mundo en sus manos. Voy a poner mi mundo en sus manos. Tuve que poner mi mundo en sus manos, en sus manos.

martes, 14 de enero de 2014

¿POR QÚE EMPEZAR CON UNA CITA? La creación del "silencio activo".


Las sesiones de la asignatura siempre comienzan con una cita. En respuesta a la pregunta del porqué, no hay una respuesta única pero la mía es por el efecto que surge en nosotros, lo que se puede denominar como “silencio activo”.

SILENCIO porque mientras suena la cita de la voz del profesor el grupo se suma a un absoluto silencio a pesar de llegar muchas veces de forma agitada, de otras clases, de nuestras casas, de nuestro trabajo, del pasillo, de la cafetería, del servicio, de la pila, de la guagua, de estar con la novia, con los amigos, con la familia… cada uno deja lo que quiera que estuviera haciendo y se suma a escuchar lo mismo en un determinado momento. Y este silencio no se lleva a cabo tanto por el acto de autoridad del profesor sino por la ilusión con la que este ha seleccionado una cita para exponérnoslas y hacérnosla llegar y por la ilusión de participar en este silencio, un “silencio participativo”.


Por lo que es también ACTIVO, porque normalmente o al menos en mi caso, cada uno reflexiona y filtra dicha cita con sus propias experiencias de vida, con posibles inquietudes, con diferentes recuerdos, con las expectativas de futuro, con aspectos vistos o previstos para ver en clase, con una posición crítica, o con una posición creativa. Entonces dicha cita no se absorbe sin más sino que cada uno de nosotros pone algo, participa, aunque sea de forma introspectiva y no se exprese, pero dicha cita nunca cae en vano.