viernes, 31 de enero de 2014

BALANCE DE LA ASIGNATURA ¿Qué hemos aprendido?


La pregunta que me hago cuando pienso en hacer un balance de la experiencia en esta asignatura, me respondo en que precisamente la recordaré porque ha sido una EXPERIENCIA y no solo una asignatura como la entendíamos en sentido clásico.

Seguramente, olvidaremos muchas de las cosas que hemos aprendido en alguna de las otras asignaturas, donde nos pueden haber atiborrado con teoría que luego teníamos que devolver en el tan temido papel blanco de un examen en busca de una nota que reflejara el esfuerzo realizado por absorber dicha teoría.
Sin embargo difícilmente podremos olvidar lo aprendido, o mejor vivido, en esta asignatura, porque podemos olvidar lo que han construido otros, pero difícilmente podremos olvidar lo que hemos construido nosotros mismos.

En esta asignatura el examen ha sido el camino, un camino por el cual íbamos construyendo conocimiento de forma activa y participativa. Participación que tuvo como máximo apogeo el trabajo grupal.

En el caso de mi grupo a pesar de ser 6 compañer@s, hemos conseguido escucharnos, organizarnos, adaptarnos y colaborar. Todos y cada uno de nosotros aportamos un valor añadido al trabajo de grupo cuyo resultado hubiera sido imposible por separado. Hemos descubierto más que nunca las posibilidades del grupo. Por eso he de aprovechar para dar las gracias a mis compañeros Ángela, Cristina, Javier, Manuel y Valeria por dar lo mejor de cada uno para el bien del grupo.

¿Qué hubiera pasado si no hubiera estado en esta asignatura?

Pues lo primero que se me viene a la cabeza es que lógicamente reproduciríamos el paradigma oficial de la educación sin reconocer el valor de la innovación pedagógica.  Pues, además del contenido creado por nosotros mismos hemos aprendido un MÉTODO.

Un método al que no estamos acostumbrados. En el comienzo, la INCERTIDUMBRE sobre el mismo estaba presente en  casi todos nosotros. Una incertidumbre que estaba motivada por la fuerza que la RUTINA tenía en nosotros. La rutina de un método “oficial” que se había reproducido desde nuestra etapa infantil hasta nuestra etapa universitaria, o al menos así había sido en mi caso. Una rutina que surgía un efecto de CONVICCIÓN de que si ese era el método utilizado por todos y durante todos estos años es que era el mejor. Sin embargo, esta actitud impide la búsqueda de la mejora en el mismo y nos impide salir de lo que se puede denominar nuestro “circulo de seguridad”. Salir de este para atrevernos a vivir nuestro propio APRENDIZAJE y construir nuestro propio CONOCIMIENTO.


Hemos aprendido un MÉTODO. Un método que convierte la incertidumbre en POSIBILIDAD, la rutina en DINAMISMO, el miedo en VALOR para entrar en el camino del APRENDIZAJE y elaborar con la fuerza del grupo nuestro propio CONOCIMIENTO.

miércoles, 22 de enero de 2014

¿POR QUÉ ESTOY MALDECIDO, POR EL LUGAR DONDE HE NACIDO?

Música y realidad social (2)

Uno de los días que había quedado con mi grupo para realizar nuestro trabajo sobre la INMIGRACIÓN, mientras me preparaba para salir a casa, se me vino a la cabeza una muy buena canción de un pedazo de artista que descubrí hace muy poco.

Y la recordé porque precisamente la canción muestra la desesperación de una persona que, como expusimos en nuestro trabajo de grupo, emprende el viaje, no solo como proyecto individual, sino también persiguiendo la subsistencia de su propia familia. Plasma la desesperación por el círculo vicioso que se crea entre el trabajo y el propio permiso y como la burocracia y las restricciones se suman a la desesperación de estar perdiendo a familiares por las difíciles condiciones de subsistencia en la que se encuentran.

El artista es un cantante y compositor británico que se llama Charlie Winston y la canción se llama “In your hands”: Letra - Traducida (debajo del vídeo)


Madre, tengo que salir de aquí, para salvar así a nuestra familia, de esta pobreza extrema. Y cuando consiga ganar dinero, te lo haré llegar a ti.

Madre, tengo que salir de aquí, para salvar así  a nuestra familia, de esta extrema pobreza. Y cuando consiga ganar dinero, te lo haré llegar a ti.

Padre, te ruego que me des fuerza. Tengo que poner fin a esta miseria, que está causando tanto dolor. Buscaré en  tierras de riqueza, dónde hacer dinero.

Pondré mi mundo en sus manos. Tengo que poner todo mi mundo en sus manos, en sus manos.

Señor, deje que trabaje en algo. Llevo esperando 18 meses y todavía no puedo por no tener permiso de trabajo.

Y cada vez que me promete: "No tardará mucho más", vuelvo a poner mi mundo en sus manos. Tiene mi mundo en sus manos, en sus manos.

Escúcheme señor, escúcheme. Dice que lo está intentando, pero ¿No entiende que mientras tanto mi hermano se está muriendo? Dice: "No será dentro de mucho". Pero no entiendo ¿por qué estoy maldecido, por el lugar donde he nacido?


Tiene todo mi mundo en sus manos, porque tuve que poner mi mundo en sus manos. Voy a poner mi mundo en sus manos. Tuve que poner mi mundo en sus manos, en sus manos.

martes, 14 de enero de 2014

¿POR QÚE EMPEZAR CON UNA CITA? La creación del "silencio activo".


Las sesiones de la asignatura siempre comienzan con una cita. En respuesta a la pregunta del porqué, no hay una respuesta única pero la mía es por el efecto que surge en nosotros, lo que se puede denominar como “silencio activo”.

SILENCIO porque mientras suena la cita de la voz del profesor el grupo se suma a un absoluto silencio a pesar de llegar muchas veces de forma agitada, de otras clases, de nuestras casas, de nuestro trabajo, del pasillo, de la cafetería, del servicio, de la pila, de la guagua, de estar con la novia, con los amigos, con la familia… cada uno deja lo que quiera que estuviera haciendo y se suma a escuchar lo mismo en un determinado momento. Y este silencio no se lleva a cabo tanto por el acto de autoridad del profesor sino por la ilusión con la que este ha seleccionado una cita para exponérnoslas y hacérnosla llegar y por la ilusión de participar en este silencio, un “silencio participativo”.


Por lo que es también ACTIVO, porque normalmente o al menos en mi caso, cada uno reflexiona y filtra dicha cita con sus propias experiencias de vida, con posibles inquietudes, con diferentes recuerdos, con las expectativas de futuro, con aspectos vistos o previstos para ver en clase, con una posición crítica, o con una posición creativa. Entonces dicha cita no se absorbe sin más sino que cada uno de nosotros pone algo, participa, aunque sea de forma introspectiva y no se exprese, pero dicha cita nunca cae en vano.

sábado, 21 de diciembre de 2013

RELEYENDO CONCEPTOS BÁSICOS DE MARX

Ante-sala para Swezzy

Siempre es bueno antes de adentrarnos a leer a un autor de la corriente marxista, volver a releer los conceptos más básicos de Marx, algo que hice antes de coger el manual de Swezzy. Por ello, comparto una pequeña y humilde síntesis de una pequeña parte del pensamiento marxista que he elaborado utilizando el libro “Historia de las ideas políticas” de Jean Touchard:


Procreación del hombre y sociedad mediante el trabajo

Para Marx, el hombre es un complejo de necesidades que se satisfacen mediante el trabajo productivo.
El gesto mediador entre el hombre y la naturaleza es el trabajo: Inmediato (recolección de frutos) o elaborado o fabricados, formando su inteligencia (producto) o Elaborando instrumentos (medios de producción) de la naturaleza que servirán de mediación entre naturaleza y hombre.
Segunda relación hombre-hombre. De sociedades más naturales pasamos a más complejas con relaciones de intercambio, bienes comunes, etc. El trabajo productivo del hombre se integra en el proceso no solo en un acto entre hombre y naturaleza sino que desempeña una función de mediación social. Para que el valor del producto, tenga relación con el acto productivo del hombre, este debería de representar valor del acto de trabajo.

En el capitalismo el hombre es despojado de sus medios de producción por un apropiador que se reserva el producto. El valor de este, los medios de producción y la misma naturaleza son separados de él, por lo que la sociedad que consume sus productos se vuelve extraña. El trabajador no tiene más que la fuerza de trabajo para ofrecer y este deja de ser una mediación entre los hombres convirtiéndose en fuente de división (clases).
Materialismo histórico:

 Esta lógica dialéctica define a la historia en la relación entre hombre-naturaleza (procreación del hombre por el trabajo) y el hombre con los otros hombres (mediaciones que de éste derivan). Entonces las fuerzas productivas son los hechos históricos básicos que constituyen el fundamento de la historia, la historia incorpora así todo lo que deriva de estas. Rechazando así toda lectura teórica, religiosa o filosófica de la historia (Critica a Hegel por ello, que pretende reducir todo lo real a objetivaciones sucesivas del Espíritu o a otras corrientes que entienden la historia como batalla de ideas). Entonces el comienzo de la historia se encuentra en el primer acto de producción de objetos por el hombre para la satisfacción de sus necesidades. Las fuerzas productivas determinan así las relaciones sociales (Ej: propiedad privada), dando lugar a otras necesidades, nuevos instrumentos, intercambio… Diferentes modos de producción a lo largo de la historia.
Se entiende que no es la conciencia la que determina la acción y el hecho histórico, sino que:

Las fuerzas productivas, la acción concreta con el mundo y las relaciones y mediaciones sociales cada vez más complejas edificadas por estas, modos de producción, formas de extraer los recursos (INFRAESTRUCTURA) la que determina y condiciona las formas de la conciencia, como las Instituciones, las morales, las ideologías a las que denomina (SUPERESTRUCTURA).

*Sin embargo la conciencia es un elemento activo y necesario para que las revoluciones se realicen pero solo bajo las condiciones  de existencia de una “contradicción entre un extraordinario desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones edificadas sobre estas”. Bajo estas condiciones surge la conciencia revolucionaria pues la conciencia está determinada a la experiencia y a la realidad, por ello la humanidad se propone únicamente objetivos cuando se están gestando las condiciones materiales para su realización. Por lo tanto, la conciencia puede reaccionar sobre la infraestructura pero solo dentro de condicionamientos creados por esta.

Por otro lado la conciencia puede fabricar valores sin relación con la experiencia y no orientada hacia la acción concreta, creando valores absolutos, pero se separa de la tarea ética de identificar las condiciones materiales para la tarea ética del hombre, entendida como la liberación de la alienación económica para realizarse.

La alienación económica:

Como hemos visto el hombre se realiza y se objetiva en la relación con la naturaleza y su producto mediante el trabajo. Pero cuando el trabajador vende en el mercado su fuerza de trabajo, el producto ya no le pertenece y toma una existencia independiente de él y el hombre es convertido en cosa. Estas nuevas relaciones modifican al hombre y su conciencia  que estará forjada por ilusiones, cultura, religiones, ideas morales alejadas de la realidad, es decir se aliena.

La lucha de clases. Burguesía y Proletariado

La burguesía es la primera que se forma como clase revolucionaria (conciencia de clase) frente al mundo antiguo y las antiguas relaciones sociales, desbloqueando los límites de la fuerza productiva del hombre y el comercio, por lo tanto tiene una vocación universal.

Sin embargo este desarrollo de las fuerzas productivas acarrea contradicciones entre estas y las relaciones de producción de ellas nacidas, pues la propiedad privada es para los propietarios y rechazada para las enormes masas manipuladas. Estas contradicciones hacen que la burguesía sea arrastrada a crisis cada vez más extensas y más violentas. En palabras de Marx: “La burguesía no ha forjado solamente las armas que deben darle muerte; ha producido también los hombres que empuñarán esas armas: los proletarios”.

La burguesía crea las condiciones, (es decir el estado de las fuerzas productivas de la economía capitalista y las relaciones de producción que la expresan y el retroceso de todas las limitaciones que frenaban a estas) que permitirán el nacimiento de la clase proletaria que tomará conciencia de sí mismo como clase, adaptada a la situación concreta del mundo y solo tras esta toma de conciencia (de clase) donde desempeñará un papel revolucionario, la lucha política propia.

En el capitalismo, son la clase dominada, su trabajo se deshumaniza, el trabajador se convierte en accesorio de la máquina, se convierte en algo abstracto e intercambiable, en un instrumento de trabajo desapareciendo toda personalidad y así las masas obreras no constituyen verdaderas sociedades. El proletariado, no tiene propiedad, ni leyes, ni moral, ni religión, ni patria pues todo es acaparado por la burguesía, de la inmensidad de esa miseria se constituye la universalidad del proletariado y le confiere su misión revolucionaria como algo inevitable.

La apropiación privada de los Medios de Producción implica división del trabajo donde los dueños acaparan los medios y las funciones de mando de las que los no propietarios están excluidos, naciendo así las clases sociales.


Para Marx “La historia de todas las sociedades es la historia de la lucha de clases”

miércoles, 18 de diciembre de 2013

SOLO SON VIDAS ¿Te has parado a pensar que parecidas son la tuya y la mía? Solo son vidas

Sesión: "Música y realidad social"

Aparte de las habituales discusiones sobre lo que es música o no, lo que es buena música y no lo es. Creo que al igual que hemos visto en los libros que hemos presentado en clase, los hay para todos los gustos y necesidades, algunos para hacerte reír y pasar un buen rato, otros para hacerte pensar y tomar consciencia, otros para hacer volar la imaginación a través de la ficción, otros para recordar nuestro pasado, otros para describir el presente, otros para pronosticar el futuro. En el caso de la música es igual, hay música para bailar y pasar un buen rato, aunque esta esté vacía de contenido y luego hay música más crítica, normalmente denominada música de autor, sin los filtros de las grandes producciones comerciales.

Por eso cuando me pregunta ¿qué música te gusta?, respondo siempre la que no me gusta. Al igual que con los libros, a pesar de que mis estilos favoritos son la electrónica y el Soul, he tenido épocas y me acerco a los diferentes tipos de música que necesite en ese momento.  

En este sentido, cuando necesito escuchar música con “contenido” me acerco al Soul o al hip hop,

La sesión de esta semana está dedicada a “música y realidad social”, y el hip hop es para mí el estilo de música más crítico, reivindicativo y con menos filtros, es para mí la música más “cruda”.

La canción que he elegido es de un artista zaragozano, su nombre artístico es Xhelazz, y para mí es de los raperos españoles que mejores letras incorpora a su música. Esta canción muestra historias, historias basadas en la cruda realidad. Como la vida misma, llena de contradicciones. Ser conscientes de que existen estas contradicciones, es ser consciente de las posibilidades. Cualquiera de las historias podría haberte pasado a ti, lo que no tiene por qué llevar al sufrimiento, esto hace pensar y nos predispone para actuar, “Sufrir es el modo de estar activo sin hacer nada”, una de las frases de otra de sus canciones.

El tema que he puesto muestra que lo menos importante no es cómo te llamas, de donde eres, que “raza” o que posición tienes, si cambiaras los nombres utilizados en esta canción el mensaje sería el mismo.


“Solo son vidas, ¿te has parado a pensar que parecidas son la tuya y la mía? Solo son vidas”



lunes, 25 de noviembre de 2013

Actor de mercado y actor social ¿Nuevo dualismo del ser humano?

Libro: "La crisis del capitalismo Global". La sociedad abierta en peligro. George Soros


Aunque en un primer momento mi intención era, al igual que la mayoría de mis compañeros compartir una novela, me he decantado por un ensayo que he tenido la oportunidad de leer este curso gracias a otra de las asignaturas.

Además de por la coincidencia con la materia de la asignatura, me ha parecido relevante el cuestionamiento de la metodología en las Ciencias sociales, pero también la lectura que hace el autor de la actual realidad global teniendo en cuenta la condición de su peculiar autor, ya que este es uno de los mayores especuladores financieros de la historia.

Soros es deudor confeso de la filosofía de Karl Popper, y como tal, este libro se podría catalogar como la renovación y aplicación, a la nueva realidad global, de los planteamientos filosóficos de Popper.

Rescatando la idea principal de Popper de que no existe un enunciado universal y absoluto sino solo enunciados provisionales (validos mientras no sean refutados) y reconociendo la solución metodológica que aporto para el mundo científico la “falsabilidad” de Popper, donde todo enunciado científico debe ser susceptible de refutación para ser considerado como tal.

Soros, se da cuenta de que, además, para el caso de las ciencias sociales y para la economía en particular, falta algo.

Para encontrar que falta, trasciende al campo de la filosofía y se ocupa de la relación entre conocimiento y realidad, donde presentará el marco conceptual en el que basa su análisis de la economía global pero que también constituirá su interesante teoría de la historia, favoreciendo el entendimiento, que no predicción, de todo fenómeno humano.

Dos conceptos aparecerán a lo largo de toda la obra como dos caras de la misma moneda: reflexividad y falibilidad.

El principal concepto es la “reflexividad”, que entiende que, al contrario que en los fenómenos físicos o naturales, donde el sujeto pensante es pasivo y afirma o rechaza un enunciado de acuerdo a los hechos observados. En todo hecho social, nuestro pensamiento sobre ese hecho influye activamente en el mismo, esto es en los hechos sobre los que pensamos y participamos, por lo que ni los hechos ni lo que pensamos sobre los mismos, vuelven a ser los mismos. Existe una relación bidireccional e inseparable entre pensamiento y realidad.

Esto introduce un elemento de "indeterminación", las acciones se basan en juicios o sesgos y no en el conocimiento de la realidad, por lo que las expectativas no tienen por qué coincidir con los resultados. Si los resultados responden a las expectativas se refuerza el sesgo, si no, se debilita. Esto plantea un futuro abierto, contrario a toda teoría determinista de la historia, lo que cuestiona por otro lado la capacidad de predicción de los fenómenos sociales.

Se hace necesario por ello, introducir una categoría adicional: “los enunciados reflexivos cuyo valor de verdad depende de la repercusión sobre los hechos a los que se refiere dicho enunciado”. Pues la realidad existe, pero incorpora un pensamiento humano intrínsecamente imperfecto que hace que sea imposible explicarla y predecirla, por ello debemos tratar al pensamiento como parte de esa realidad. Dirá Soros que, por ejemplo, a diferencia de la ciencia, una hipótesis financiera no tiene por qué ser verdadera para ser rentable, es suficiente con que llegue a ser generalmente aceptada.

En la otra cara de la moneda y sujeta a la idea de reflexividad tendríamos la “falibilidad”, que entiende que por la relación bidireccional entre pensamiento y realidad nuestra comprensión del mundo es intrínsecamente imperfecta, es decir, existe una falta de correspondencia inherente entre pensamiento y realidad, un sesgo. Estos conceptos contradicen toda idea que pretenda ser absoluta, nadie está en posesión de la verdad.

Es curioso como en la metodología de las CCSS, como hemos podido aprender en asignaturas de esta naturaleza, la reflexividad se suele presentar como  “problema de endogeneidad”, y se intenta evitar por diferentes métodos ya que se intenta buscar relaciones de causalidad exógena como si de un fenómeno físico se tratara. Soros convierte el principal problema metodológico de las ciencias sociales en motor de la historia. El sesgo (otro elemento del que se intenta alejar el investigador social), esto es la divergencia entre pensamiento y realidad, se convertiría así en el criterio que se tiene en cuenta, por la ausencia de conocimiento, en toda acción humana.
  
Y por último nos encontramos el concepto de “Sociedad abierta”. Popper presentaba su concepto de sociedad abierta en contraposición a los monismos nazi y comunista de la época. Pero Soros se da cuenta de que uno de los elementos esenciales de la sociedad abierta, la economía de mercado, en su desarrollo, se ha basado en unos postulados que pretenden ser también universales, llegando a la conclusión de que estos postulados son igual de peligrosos que cualquier totalitarismo.

El marco conceptual adoptado por Soros, por su propia lógica, es profundamente crítico con los conceptos de la economía ortodoxa, que como de un fenómeno físico se tratara, se basa en el equilibrio de mercado, en la fe de que la suma de intereses individuales garantizaría el interés común, y en que toda intervención exógena va en contra de la tendencia al equilibrio, así, los “fundamentalistas” luchan contra toda intervención en la economía. Esto es lo que el autor llama “fundamentalismo de mercado”.

Y es aquí donde surge la relevancia de Soros, este es capaz, a pesar de su éxito dentro del campo financiero, de cuestionar los principios más básicos en los que se basa la economía de la que tanto se ha beneficiado. Para ello, trasciende del marco conceptual ortodoxo para mandar un mensaje claro: “El mercado es intrínsecamente inestable” y es necesario una regulación a nivel global para evitar su propia auto-destrucción.

Los valores del mercado se han expandido además a todos los ámbitos humanos, en palabras del autor a “ámbitos que no les son propios” y se ha aceptado con naturalidad que todo se puede expresar en términos monetarios y transaccionales. Se ha adoptado como “ídolo” al dinero, y toda la acción humana estaría enfocada a alcanzar el éxito en términos monetarios y hasta las acciones más altruistas se pueden expresar en términos monetarios, por ejemplo a través de donaciones.

Todo esto ha sido posible, dirá Soros por la ineficiencia del “sector no mercado”. Esto es el sector social, cultural y político, donde señala el peligro de la ausencia de ciertos valores colectivos globales, es decir apunta a la ausencia de una sociedad global que dé respuestas adecuadas en su regulación a una economía global. Soros por el contrario, lo que plantea es la “sociedad abierta” como “ideal” o “referente” que permitiría tener una postura crítica, creativa y creadora.

Uno de los planteamientos más potentes del libro es la propia adopción de falibilidad como valor universal y sociedad abierta como ideal al que tender, no como proyecto realizable. La clave de presentar a estos como tal, erradica en la propia naturaleza neutral de estos conceptos. La lucha contra ideas universales, contrarias a la sociedad abierta, postulando otra idea universal puede parecer contradictorio, pero la clave es que esta idea universal se basa precisamente en el reconocimiento de que no existen ideas absolutas, ni conocimiento perfecto.

Esto lo traslada a la propia lógica de las reglas e instituciones, también globales. Partiendo de que todo conocimiento es imperfecto, toda construcción humana también lo es, entonces la lógica que debe premiar en la mejora o creación de nuevas instituciones y/o reglas es de prueba y error. Solo reconociendo que nuestra comprensión y por lo tanto toda construcción humana es intrínsecamente imperfecta estaremos atentos a los errores y dispuestos a mejorar, con un espíritu crítico y creativo las reglas, instituciones y con ello la gobernanza a nivel global, en definitiva tender a una sociedad susceptible de continua mejora, una “Sociedad abierta”.

Una de las críticas que se le puede hacer a Soros es que de alguna manera exculpa al actor del mercado en su maximización de beneficios, y al mercado diciendo que es intrínsecamente inestable y traslada toda la responsabilidad al ámbito de lo político, traslada toda esa culpa a la ineficiencia del “sector no mercado” por no estar a la altura de la realidad global, afirmando que se necesitan de decisiones colectivas que regulen y prevean las consecuencias negativas del mercado. Solo la decisión a cumplirlas es individual y por ello es excusable toda acción de mercado porque si no se aprovecha él lo haría otro, la moral en el mercado es para Soros un estorbo.

Se presenta así casi como una víctima más que se ha visto “obligado” a actuar como máquina maximizadora de beneficios sin escrúpulos y sin límites, ya que los límites son responsabilidad de “otros”, del sector no mercado.

Apunta así a una especie de dualidad del ser humano, una vertiente de mercado, donde su comportamiento y criterio es la maximización de sus beneficios sin atender a consecuencias, aséptico a toda responsabilidad social.

Y la otra vertiente como actor social, que se preocupa por los intereses sociales y donde deberían premiar valores de carácter colectivo. En algún momento incluso afirma que la lógica que debe premiar en las decisiones colectivas es la del interés común, aunque vaya en contra del interés particular. Se enfrenta así, a uno de los principales problemas de los fenómenos sociales, esto es la acción colectiva. ¿Cómo conseguir una cooperación a nivel global?

Sin embargo, la coherencia con su filosofía se materializa en su fundación Soros que trabaja en la apertura de las sociedades cerradas, y en hacer más viables las sociedades abiertas. Ya que entiende que es desde el “sector no mercado” donde existen soluciones a la viabilidad de las sociedades abiertas. Su vertiente filantrópica, es en realidad el reflejo de esta supuesta dualidad del ser humano, mientras tanto, su acción en el mercado, sin escrúpulos puede mantenerse a la vez que, desde mi punto de vista, mantener su conciencia tranquila y garantizar la supervivencia de la economía de mercado.

A pesar de que los planteamientos de Soros puedan parecer pesimistas por rechazar la imperfección y la incapacidad de llegar a una verdad última, la creencia de que esto es posible constituye para Soros la insatisfacción humana. Por el contrario, aceptar la imperfección de toda construcción ofrece la oportunidad de mejorar, combatiendo el inmovilismo institucional, y promoviendo un espíritu renovador y creativo en toda creación humana, se calma la ansiedad que causa el error, porque es la localización del error la que ofrece la oportunidad de mejora.

Aunque es pesimista con la capacidad de las Ciencias Sociales en su capacidad de predicción, por el carácter reflexivo de su objeto de estudio, el autor ve en la aceptación de estas limitaciones el camino para entender de forma más adecuada los fenómenos sociales, a la vez que mantener una actitud crítica y creativa para la mejora continua de la sociedad.


jueves, 21 de noviembre de 2013

¿LIBROS VS INTERNET? Reflexión sobre la sesión “compartir libros”.


La “red”, dicen algunos, pone en cuestión el uso del libro  y la necesidad de acudir a estos para obtener información relevante. Esto es por el hecho de que un simple “clic” nos permite acceder a más información de la que somos capaces de procesar.

Cuando “navegamos” se activan unos mecanismos distintos a los que se movilizan cuando nos adentramos en las narraciones y reflexiones de las páginas de un libro.

En internet creo que es el filtro, en el mejor de los casos, el mecanismo que utilizamos. Accedemos a una información en “bruto” y seleccionamos la que consideramos a nuestro juicio relevante, conforme a unos objetivos más o menos predeterminados. Y, en muchas ocasiones, el exceso de información, muchas veces contradictoria y superficial, ponen en cuestión la relevancia de la misma y nuestros propios objetivos. En definitiva, el exceso de información se traduce en desinformación.  La capacidad de elección y de filtro de esta será la que nos permitiría hacer un uso relevante de la red.

¿Dónde queda aquí la reflexión profunda y la creatividad? A veces me da la sensación de que las conclusiones que generamos son la suma desordenada de las conclusiones desordenadas de otros.

Sin embargo, ¿Qué ocurre cuando nos adentramos en un libro impreso?

Además de la vigencia y atractivo del formato papel, el libro nos permite, no solo llegar a las conclusiones de diferentes autores e historias o a informaciones superficiales y parciales, sino que fomenta una atención crítica a la argumentación y reflexiones que han hecho llegar a estas conclusiones en el caso de ensayos. Pero también las reflexiones profundas y la relación de las ideas que surgen en una buena novela en relación con la propia experiencia de vida. Lo cierto es que un libro, siempre deja una huella más profunda, siempre nos acordaremos de las ideas y sensaciones que nos han surgido tras leer un libro.

Autores como Nicholas Carr lanzan la pregunta ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?, este considera que el Internet “fomenta el picoteo rápido y distraído de pequeños fragmentos de información de muchas fuentes” respondiendo según este a una “ética industrial, de velocidad y eficiencia”, fomentando un pensamiento superficial, convirtiéndonos como este autor afirma en una especie de “malabaristas”. El libro impreso, sin embargo, fomenta “nuestra atención, fomentando el pensamiento profundo y creativo”.

Estas dos semanas, tenemos dos sesiones denominadas “libros para compartir”, tenemos la oportunidad por ello de reconciliar dos instrumentos que por los argumentos expuesto aquí parecen irreconciliables.

El balance del primer día de estas sesiones literarias ha sido muy bueno, como si de un grupo de discusión se tratara, se iba formando un discurso con una impresionante lógica, donde los compañeros sacaban a la palestra su libro en el momento que el “debate” lo pedía y defendían su vigencia en la sesión y en la actualidad. Pero también expresaban las sensaciones y conclusiones relevantes que extrajeron de los mismos.

Es paradójico y a la vez apasionante que plataformas como la que hemos creado entre todos en esta asignatura, nos permitan ahora compartir libros que de alguna manera y por causas más o menos “profundas” nos han marcado. Y no solo los libros, sino también las reflexiones que nos han suscitado estos.  
Este es el ejemplo perfecto de que Internet es un instrumento que, como todos, su “bondad” depende del uso que se haga de él y no del supuesto mal intrínseco que le atribuyen las voces más reacias. No debemos prescindir de un instrumento, sino que debemos reconsiderar el buen uso del mismo con el fin de que este sea tan solo eso, un medio que nos ayude en nuestro proyecto académico pero también de vida.