martes, 14 de enero de 2014

¿POR QÚE EMPEZAR CON UNA CITA? La creación del "silencio activo".


Las sesiones de la asignatura siempre comienzan con una cita. En respuesta a la pregunta del porqué, no hay una respuesta única pero la mía es por el efecto que surge en nosotros, lo que se puede denominar como “silencio activo”.

SILENCIO porque mientras suena la cita de la voz del profesor el grupo se suma a un absoluto silencio a pesar de llegar muchas veces de forma agitada, de otras clases, de nuestras casas, de nuestro trabajo, del pasillo, de la cafetería, del servicio, de la pila, de la guagua, de estar con la novia, con los amigos, con la familia… cada uno deja lo que quiera que estuviera haciendo y se suma a escuchar lo mismo en un determinado momento. Y este silencio no se lleva a cabo tanto por el acto de autoridad del profesor sino por la ilusión con la que este ha seleccionado una cita para exponérnoslas y hacérnosla llegar y por la ilusión de participar en este silencio, un “silencio participativo”.


Por lo que es también ACTIVO, porque normalmente o al menos en mi caso, cada uno reflexiona y filtra dicha cita con sus propias experiencias de vida, con posibles inquietudes, con diferentes recuerdos, con las expectativas de futuro, con aspectos vistos o previstos para ver en clase, con una posición crítica, o con una posición creativa. Entonces dicha cita no se absorbe sin más sino que cada uno de nosotros pone algo, participa, aunque sea de forma introspectiva y no se exprese, pero dicha cita nunca cae en vano.

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